martes, 2 de octubre de 2018

Reflexión sobre la Violencia en el Fútbol

Luego de vivir y disfrutar el Clásico Chacarita - Chicago, a puertas cerradas, sin público es que me puse a reflexionar en relación al término violencia. Se lo define como el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo. En este tipo de encuentros nos encontramos con dos grupos antagonistas que a través de lenguaje inapropiado, gestos, cánticos y miradas van generando un cierto clima de tensión y enojo. La pasión que genera la camiseta comienza a estar por encima de la razón, donde estás acciones lo hacen desde este grupo de pertenencia para no quedar afuera o ser teñido de cobarde.
A veces este tipo de escenarios terminan con consecuencias graves, como simplemente no poder ver en vivo a los colores que tanto se defienden o el extremo, la muerte. Como dicen los carteles, "Somos rivales y no enemigos" Tal vez nos tenemos que llamar más a la reflexión desde la diligencia, público y los mismos jugadores.
Por más clásicos con hinchas cantado desde el respeto y sin más muertes ante una fiesta que debe ser el fútbol/futsal.


La lección de la mariposa



Un día, una pequeña abertura apareció en un capullo. Un hombre se sentó junto a él y observó durante varias horas cómo la mariposa se esforzaba tratando de que su cuerpo pasase a través de aquel pequeño agujero. Le pareció que ella no lograría ningún progreso. Parecía que había hecho todo lo que podía, pero no conseguía agrandarlo. Entonces el hombre decidió ayudar a la mariposa: tomó unas tijeras y cortó el resto del capullo.
La mariposa entonces, salió fácilmente. Pero su cuerpo estaba atrofiado, era pequeño y tenía las alas aplastadas. El hombre continuó observándola porque él esperaba que, en cualquier momento, las alas se abrieran, y se agitarían, y serían capaces de soportar el cuerpo, que a su vez se iría fortaleciendo.
Pero nada de eso ocurrió. La realidad es que la mariposa pasó el resto desu vida arrastrándose con un cuerpo deforme y unas alas atrofiadas. Nunca fue capaz de volar. Lo que aquel hombre no comprendió, a pesarde su gentileza y su voluntad de ayudar, era que aquel capullo apretado que observaba aquel día, y el esfuerzo necesario para que la mariposa pasara a través de esa pequeña abertura, era el modo por el cual la naturaleza hacía que la salida de fluidos desde el cuerpo de la mariposa llegara a las alas, de manera que fuera capaz de volar una vez libre del capullo.
Algunas veces necesitamos el esfuerzo y la dificultad en nuestra vida.
Si nuestros padres nos permitieran pasar por nuestras vidas sin obstáculos, quedaríamos débiles. No llegaríamos a ser tan fuertes como deberíamos. Nunca podríamos llegar a volar.
Lic. Roxana Muotri